Bosques ribereños de Puerto Bermúdez son protegidos por la población local

Foto_Nota 01_CERCA DE 600 ha.

Gracias al establecimiento de acuerdos de conservación entre la población local y la
Comisión Ambiental de la Municipalidad Distrital de Puerto Bermúdez, en los últimos
tres años se ha logrado proteger 600 hectáreas de bosques ribereños en este distrito
ubicado en la Reserva de Biosfera Oxapampa Asháninka-Yánesha – BIOAY, logrando
importantes beneficios ambientales que favorecen a la población local.
Esta iniciativa se desarrolla desde 2014 en el contexto de una estrategia local de
conservación cuyo propósito es contribuir a mitigar los efectos del cambio climático
global. El Instituto del Bien Común brinda apoyo técnico al proyecto en tanto que
responsable del Grupo Técnico de Gestión de Cuencas Hidrográficas, de la Comisión
Ambiental de la Municipalidad Distrital de Puerto Bermúdez.

Las acciones se enfocan en la conservación y restauración de bosques ribereños, cuyos
ecosistemas brindan importantes servicios ambientales, como regular la temperatura
del río, disminuir la erosión de las riberas y asegurar alimentos para los peces. Estos
servicios benefician a las poblaciones locales de varias maneras, como dotación de
agua más pura, un ambiente favorable para la reproducción de peces que son
importantes componentes de su dieta. La conservación de los bosques ribereños
también reduce la ocurrencia de inundaciones y la pérdida de tierras por efecto de la
erosión.

Como parte de los trabajos contemplados en los acuerdos de conservación, se
desarrolla acciones de restauración de bosques ribereños, para lo cual se instala
viveros forestales con especies como bobinzana, cetico y pashaca, que tienen la
particularidad de afianzar el suelo con sus raíces, evitando así la erosión, y brindar
sombra con su follaje, contribuyendo a mantener fresca el agua, al tiempo que
proveen frutos que sirven de alimento a los peces.
“Antes de comenzar este proyecto no sabíamos cómo podíamos aprovechar las
especies nativas. Ahora ya tenemos mayor conocimiento y somos conscientes que
debemos conservar nuestros bosques para el bienestar de las comunidades de
Bermúdez”, destacó Lino Cañama, coordinador ambiental de la Comunidad Nativa de
Palmacocha.

De otro lado, el proyecto promueve actividades de reforestación tierra adentro,
apostando por especies forestales nativas de alto valor comercial, como tornillo,
sangre de grado y caoba, para su posterior aprovechamiento sostenible por la
población local. Mediante los acuerdos de conservación, la comunidad nativa o los
parcelarios individuales se comprometen a conservar los bosques ribereños

participando activamente en la instalación del vivero forestal. Otra faceta del trabajo
es la elaboración de planes del buen vivir, una herramienta de planificación estratégica
de gran utilidad para las comunidades nativas.