Mapeo territorial

Mapeo Histórico Cultural Yánesha
Mapeo Histórico Cultural Wampis Awajún

A largo de los últimas décadas, el proceso de reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas de la Amazonía se ha mantenido lejos de ser considerado un tema importante de la agenda pública en el Perú. Frente a las debilidades para el reconocimiento de dichos derechos, el mapeo territorial de linderos, de uso de recursos y del espacio histórico cultural se revelan como herramientas importantes para la protección del espacio y conservación de los recursos vitales para la sobrevivencia de pueblos indígenas y la preservación de su cultura. Por otro lado, los mapas permiten proyectar y diseñar planes de actividades de zonificación de uso de los territorios indígenas, tales como áreas para que el mantenimiento de la cultura y economía indígena; áreas para actividades de producción vinculadas a la economía de mercado, áreas para la conservación de la biodiversidad, áreas de prioridad nacional (como la explotación de hidrocarburos) y áreas para futura urbanización.

El mapeo territorial y de uso de recursos

La preparación de mapas de linderos y de uso de recursos de comunidades nativas es también un valioso instrumento de investigación tanto para las ciencias sociales como para las ciencias ambientales. Permite conocer la extensión del territorio en uso, la zonificación por usos y formas de cuidado. Asimismo, es útil para el reconocimiento de las fronteras físicas y la defensa de derechos territoriales. La producción de mapas se realiza mediante metodología participativa, en la que colaboran la población local –contribuyendo con su conocimiento sobre la geografía actual y los significados culturales de los lugares- y el equipo técnico del SICNA del IBC, quien es el encargado de aportar la tecnología científica.

El proceso de elaboración de mapas de linderamiento supone los siguientes pasos:

Antes de realizar trabajo de campo, el IBC coordina con federaciones y organizaciones regionales indígenas para establecer acuerdos sobre el levantamiento de información en las comunidades nativas y el uso de la información del SICNA. Ya en las comunidades, un técnico del IBC y un dirigente de la federación indígena explican en asamblea comunal los objetivos, metodología y resultados esperados del trabajo. En estas reuniones se promueve la asistencia y participación de todos los comuneros, tanto hombres como mujeres. Como paso siguiente, se aplica la encuesta SICNA sobre datos sociales con la participación de autoridades y pobladores de ambos sexos. Luego, conjuntamente con las autoridades y comuneros se ubican los linderos de la comunidad y quebradas en la carta nacional. Autoridades y comuneros que conocen los linderos acompañan al técnico del IBC para registrar con la ayuda del GPS los puntos del centro poblado y de por lo menos dos hitos accesibles del lindero comunal. En esta fase se toman puntos con GPS en las intersecciones de quebradas que no cambian de curso, en pistas de aterrizaje, carreteras, puentes, etc. Estos puntos se utilizarán para una mejor rectificación de la imagen. Una vez terminado el trabajo de campo, inicia el procesamiento de la información en el laboratorio SIG. Para ello, se compara la carta nacional digitalizada con la carta nacional escaneada y con la imagen de satélite LandSat para constatar la calidad del formato digital del mapa base. Luego, se ingresa a la base de datos tabular la información de las encuestas. Mediante el software SIG ArcGis o ArcView, se generan los polígonos de las comunidades nativas tituladas en base a dos o más puntos tomados con GPS, más la distancia y azimut que indica en cada plano de la comunidad nativa titulada. Posteriormente, se superponen los puntos de los hitos tomados en campo con GPS al mapa base digital. Finalmente, concluido el procesamiento de la información, las federaciones y organizaciones indígenas regionales y entidades del Estado con las que se han firmado convenios reciben un mapa en A0 del conjunto de las comunidades del área y la base de datos impresa.

El proceso de elaboración de mapas de zonificación de uso de recursos supone los siguientes pasos:

El caso del mapeo de zonificación de uso de recursos sobre el espacio supone casi el mismo proceso que el mapeo de linderamiento. En esta técnica se promueve intensamente la participación de los pobladores locales ya que de ellos vendrá la información más importante sobre las zonas y usos. Como primer paso, se realiza un primer mapa a mano alzada sobre carta nacional en reunión con los pobladores hombres y mujeres. Luego, además de las encuestas SICNA, es necesario realizar una etnografía, es decir, una descripción detallada de creencias, costumbres, estilo de vida, actividades de subsistencia y otros temas relevantes que apoyen el mapeo. La ubicación in situ de las zonas de uso se realiza junto con autoridades y comuneros en la carta nacional. Autoridades y comuneros acompañan al técnico del IBC para tomar puntos con GPS del centro poblado y de las zonas de uso. Una vez terminado el trabajo de campo, inicia el procesamiento de la información en el laboratorio SIG. Para ello, se compara la carta nacional digitalizada con la carta nacional escaneada y con la imagen de satélite LandSat para constatar la calidad del formato digital del mapa base. Luego, se ingresa a la base de datos tabular la información de las encuestas. Mediante el software SIG ArcGis o ArcView se generan los polígonos de las comunidades nativas tituladas en base a dos o más puntos tomados con GPS, más la distancia y azimut que indica en cada plano de la comunidad nativa titulada. Finalmente, concluido el procesamiento de la información, las federaciones y organizaciones indígenas regionales y entidades del Estado con las que se han firmado convenios reciben un mapa en A0 del conjunto de las comunidades del área y la base de datos impresa.

Mapeo de espacios Histórico-Culturales de los pueblos indígenas amazónicos

Para los pueblos indígenas de la amazonía es primordial la defensa de su territorio ya que éste es el ámbito de su supervivencia, tanto física como socio-cultural. El territorio es vital por los lazos ancestrales que le dan fuerza y cohesión social y cultural al grupo. En la cosmovisión amazónica el territorio es considerado un bien colectivo, en interdependencia con la naturaleza. El mapeo de espacios histórico-culturales de los pueblos indígenas amazónicos es útil para reafirmar los vínculos históricos y culturales de los pueblos con territorios que hayan perdido a lo largo de la historia. De ese modo, la reconstrucción del espacio tradicional permite (i) recuperar la historia y la ubicación del espacio tradicional de los pueblos indígenas (ii) revivir y mantener la historia oral tradicional y fortalecer la identidad étnica (iii) consolidar los procesos de ordenamiento territorial y de titulación y/o ampliación de territorio para comunidades nativas. En términos generales, este tipo de mapeo constituye un criterio para definir la territorialidad indígena. Un primer paso de este proceso implica la formulación de las preguntas de investigación ¿Cuál era el espacio por donde caminaban los ancestros y personajes de la historia en diferentes etapas de la historia? Seguidamente, se da inicio a la recopilación de historia oral sobre cosmología, creación del mundo y héroes culturales. Estas historias son registradas, comparadas y analizadas cuidadosamente para identificar todas las referencias a elementos geográficos que hayan servido como escenarios de las acciones de los ancestros. Con dicha información se hace un mapeo de los contenidos culturales en espacios físicos específicos, sean cerros, ríos, quebradas, manantiales, cascadas, pozas, peñas, cuevas, antiguos lugares habitados y lugares sagrados y en la medida de lo posible, establecer puntos de referencia con GPS. Se procura trazar los caminos antiguos que conectaron a las comunidades antes de la construcción de caminos modernos, ya que son indicadores importantes de conexiones antiguas. La información vertida debe ser complementada con datos encontrados en documentación histórica, con el mismo conocimiento geográfico actual de los indígenas y las diversas versiones de las historias tradicionales. Ya en la oficina, se ingresa la información en una base de datos diseñada exclusivamente para esta iniciativa y se ubican los elementos sobre un mapa base digital en SIG. Finalmente, se comprueban los resultados con ancianos conocedores a través de visitas a lugares de los ancestros y se ejecuta el mapa final.

Mapeo de zonas de desplazamiento de indígenas en aislamiento

Para el mapeo de las zonas de desplazamiento de indígenas en aislamiento, primero es necesario recoger y registrar testimonios de informantes clave, es decir pobladores de comunidades vecinas nativas o ribereñas, de agentes foráneos que trabajen en la zona como madereros, mineros o miembros de ONGs que desarrollen proyectos en el área, que hayan tenido contacto con indígenas en aislamiento o que hayan escuchado relatos de individuos que experimentaron algún tipo de encuentro o avistamiento. Se opta por esta metodología indirecta de investigación para evitar el contacto con los grupos aislados, ya que el acceso a áreas de transito para su búsqueda directa, búsqueda de cultura material o de huellas, podría poner en riesgo sus vidas por el contagio de enfermedades. Los testimonios son recogidos a través de entrevistas en profundidad. Después de la ejecución de entrevistas en las diferentes comunidades, los puntos de encuentro o avistamientos identificados son marcados en mapas geográficos con la idea de tener una primera idea de las zonas de desplazamiento de los indígenas en aislamiento. Además de entrevistas, resulta útil la ejecución de reuniones comunales y mapeos colectivos en las comunidades sobre los puntos de avistamiento. Una vez recogida la información en campo, ésta se procesa en el laboratorio SICNA para la elaboración de mapas catastrales utilizando el Sistema de Información Geográfica (SIG). Para ubicar espacialmente los datos obtenidos a través de los testimonios sobre indígenas en aislamiento y plantear sus zonas de tránsito en el mapa, se utiliza el Sistema de Información Geográfica (SIG) tomando como base las cartas nacionales 1:100 000 del Instituto Geográfico Nacional, los planos de titulación de las comunidades nativas, las imágenes satelitales Lansat 1999 y el mapa de comunidades nativas georeferenciadas elaborado por el SICNA – IBC. Para garantizar el valor de verdad de los puntos de avistamientos georeferenciados, éstos deben ser saturados y triangulados con otros testimonios y con información bibliográfica complementaria, en el caso en que ésta exista.