Comunidades del Putumayo son ejemplo de uso sostenible del bosque revela estudio del Field Museum

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La región del medio Putumayo, en el extremo noreste de Loreto, no solo es un área inmensa y remota sino también poco conocida, pero el reciente Inventario Biológico Rápido conducido por el Field Museum de Chicago ha revelado que se trata de una de las zonas más ricas en biodiversidad de la Amazonía peruana: es la segunda zona más diversa en peces de la Amazonía peruana, alberga la mayor diversidad de plantas no leñosas de todo el planeta y fauna que se creía exterminada por la cacería furtiva, según Corine Vriesendorp, directora del Programa Andes Amazonía del Field Museum.

Según las recomendaciones del Inventario Biológico es importante proteger el Putumayo, como una manera de consolidar  un  corredor biológico entre Perú, Colombia y Ecuador. “Este es un lugar donde todavía hay esperanza de crear un modelo de desarrollo sustentable de esta naturaleza”, señaló Vriesendorp, a tiempo de presentar los resultados de dicho estudio el pasado 3 de marzo en el Museo de Historia Natural de la UNMSM.

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El Inventario Biológico reveló  que los bosques estudiados se encuentran en perfecto estado de conservación gracias a que las comunidades nativas locales hacen un uso sostenible de los recursos naturales. “Esto demuestra que las comunidades tienen visión para responder al cambio climático”, señaló Vriesendorp.

“A lo largo de los años, el manejo tradicional de los recursos por las comunidades ha permitido el uso sostenible de estos recursos hasta el punto de no dejar huella alguna en el paisaje”, destacó el botánico Nigel Pitman. Las comunidades locales explotan, para consumo y venta recursos pesqueros, como paiche, recursos maderables y mamíferos, como huangana, sajino y majáz. La bióloga Adriana Bravo destacó que “a pesar de ser recursos importantes para las comunidades, el área contiene poblaciones saludables de especies sensibles a la cacería y que han sido exterminadas localmente en otras áreas de Loreto”.

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Los expertos del Field Museum señalan la necesidad de proteger este paisaje de gran riqueza natural y cultural como un área natural protegida, con régimen de conservación y uso sostenible, de modo que continúe siendo usado por las comunidades locales de una forma sostenible.

La creación de un área natural protegida permitirá hacer frente a una serie de amenazas que se ciernen sobre el paisaje, principalmente la minería -que potencialmente afectará a la salud de la población, los peces y los ríos- y un proyecto de construcción  de una carretera entre El Estrecho y San salvador, la cual, lejos de traer “progreso”, promovería la colonización extracción de recursos, el tráfico de tierras, la deforestación y la tala ilegal, observa Vriesendorp,

No proteger este paisaje, de casi medio millón de hectáreas, lo hace vulnerable al cambio climático, por los impactos de la deforestación y los usos indebidos del suelo. Los bosques, humedales y ambientes acuáticos que lo conforman están bien preservados, dando lugar a que en los bosques de tierra firme se concentren las zonas con mayor stock de carbono en todo el Perú y  que las turberas, que cubren el 10% del paisaje, también posean importantes reservas de carbono.

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Además de poseer un amplio conocimiento ecológico, las comunidades locales realizan un uso binacional del territorio. El río Putumayo es compartido entre Perú y Colombia, no constituye una frontera, sino el centro del paisaje, razón por la cual las comunidades de ambos países coordinan el uso adecuado de los recursos naturales, según observa Ana Rosa Sáenz, coordinadora del  programa Putumayo Amazonas del Instituto del Bien Común-IBC, institución que participó en el componente social del Inventario Biológico. Las federaciones indígenas (cuatro en el lado peruano y dos en el lado colombiano) son fuertes y conscientes de la importancia de conservar el área.

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Probablemente, la zona lleva siendo preservada por los pobladores desde tiempos ancestrales, pues se han encontrado restos de cerámica que indican que habitaron culturas antiguas. En la actualidad, las comunidades locales poseen una fuerte transmisión cultural, comparten mitos y enseñanzas de sus idiomas. No han perdido la cultura de reciprocidad y apoyo y mantienen sus tradiciones culturales como la preparación de alimentos –yuca o ahumado de carnes-, las fiestas comunales y la fortaleza de la organización comunal.

El gran valor natural del medio Putumayo

El Inventario ha permitido identificar esta zona como la segunda más diversa en peces de la Amazonía peruana, después de la Zona Reservada Yaguas. Además, esta zona alberga la mayor diversidad de plantas leñosas de todo el planeta, concentrada en los bosques de tierra firme. Los científicos han registrado más de 1000 especies de árboles y estiman más de 3000 especies de plantas.

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También se observaron mamíferos actualmente amenazados como el otorongo o los lobos de ríos. La observación de lobo de río indica una recuperación de esta especie, la cual fue casi exterminadas entre los años 1950 y 1960 por la cacería furtiva para la extracción de su piel.

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El estudio se realizó en tres ríos: Putumayo, que drena los Andes, el Algodón, de 700km que nace en Perú, y el  Mutún, que nace en la selva baja loretana. Además de estar compuesto por un equipo biológico y social, el estudio involucro a las comunidades locales. Así, incluyendo el conocimiento ancestral y la investigación científica se han logrado mejores resultados.

Desde el 2007 se han realizado cinco inventarios en la cuenca del Putumayo. Estos inventarios son de utilidad no solo para que las comunidades tengan información sobre los recursos naturales, sino también para que las autoridades decidan proteger el paisaje. “Normalmente reciben información sobre estos recursos naturales para extraerlos de forma insostenible, la información que proporciona el inventario es para que los protejan”.

Las federaciones indígenas FECONAFROPU, FECONA, FECONAMAI y FECOIBAP, con el apoyo de Instituto del Bien Común, el Field Museum y el Proyecto Especial de Desarrollo Integral de la Cuenca del Putumayo (PEDICP), vienen trabajando para categorizar la zona.